Marco Deportivo :: La nota que no llegó
El director del INDE nos pidió guardar en secreto el nombre de los ganadores del premio estatal del deporte 2009-2010, hasta que, por la noche, el gobernador los reconociera de manera oficial.
En la sala de juntas del Centro de Alto Rendimiento de Tijuana, recién terminábamos de elegir a los tres mejores deportistas de Baja California del periodo comprendido entre el 1 de noviembre de 2009 y el 31 de octubre de 2010.
En ese momento eran las dos y media de la tarde y la ceremonia de premiación empezaría a las seis, así que sólo era cuestión de tiempo para revelar que Paola Longoria, racquetbolista designada premio nacional del deporte la semana pasada, recibiera esa distinción pero en el ámbito estatal.
La elección de la deportista nacida en San Luis Potosí, pero residente de Tijuana, era cosa juzgada y merecida, pues es de los contados representantes de México que domina su deporte en mundiales y demás competencias internacionales, de las que siempre regresa con uno o varios oros colgando de su cuello.
El triunfo de Paola Longoria era la nota esperada, pero no era la gran nota.
La gran nota se presentó la semana pasada, cuando la Comisión Nacional del Deporte (Conade) la designó como la mejor deportista de México en el ámbito amateur.
Lo de ayer, fue mero trámite.
Pero, a pesar de que en la modalidad de deportista la lógica tenía que imponerse, una gran nota estuvo a punto de generarse.
La lista de aspirantes al premio estatal del deporte en la modalidad de entrenador era encabezada por el favorito natural, Arturo Martín Casillas, mentor de Paola Longoria y Álvaro Beltrán, poseedores del primero y el tercer lugar en la elección de ayer.
Todo parecía definido.
Sin embargo, en la penúltima ronda, el ensenadense Cuauhtémoc Carrillo, entrenador de Karate y ganador del premio en 2002 y 2008, logró mantenerse en la pelea y, aunque no fue su mejor año, se presentó al “mano a mano” final ante el tijuanense Arturo Martín Casillas.
La elección inició y el director del INDE, Saúl Castro, empezó a mencionar uno a uno los votos.
Fue la votación más cerrada.
Uno para Carrillo, uno para Martín, uno para Carrillo, uno para Martín… así hasta que la elección entregó un empate a seis.
El voto de calidad, el que rompería el empate, era responsabilidad de Saúl Castro, quien dijo contundente: “Martín”.
No quedó espacio para la discusión ante una decisión justa y lógica que dio paso a la nota esperada… aunque la gran nota, la del tercer premio estatal del deporte para el ensenadense Cuauhtémoc Carrillo, no llegó.
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