Marco Deportivo :: Derecho de admisión

Hace apenas un año, los letreros en su contra, repudio, indignación.

Nos reservamos el derecho de admisión, alto, tienes prohibida la entrada, fuera, personaje nocivo, dictador, no eres bienvenido, le has hecho daño a la liga, a todo nuestro deporte, a todos nuestros jugadores.

Después las denuncias: censura, libertad de expresión coartada, estado y municipio retirando las manifestaciones contra el dictador, dizque porque queremos boicotear una eliminatoria infantil, pero no, la bronca es con él, sólo con él y su gente, ellos que no entren.

Entonces, los culpables eran otros, gobierno permisivo, alcahuete, que quiere quitarnos nuestro santuario permitiendo la entrada del tirano como si fuera la víctima, como si no vieran la ruina en que ha convertido a su agrupación.

Las críticas, hace unos meses, eran contundentes, no cabe duda que cuando estás bien apadrinado puedes hacer lo que te dé la gana, más de una década de atropellos y el estado, tan estricto y perfeccionista en otros asuntos, ahí sí, como si nada pasara.

Hablaba la madre de todas las ligas, la que fortalecía al movimiento disidente en contra de la dictadura, la que, sin temor a las represalias y a los chantajes, defendía su casa de los que atentan contra su deporte y sus deportistas.

Pero, por radicales que sean las posturas, las cosas cambian, los intereses también, añoranza por el pasado, adicción al conflicto, vuelta al redil.

Y el dictador ya no es el dictador, ya es nuestro líder.

Y ya no sólo se le permite la entrada a nuestra casa, sino que él decide quién entra y quién no.

Y los disidentes que lo acusan de dictador no son bienvenidos, por fin nos reconciliamos y no queremos problemas con él, si los jugadores del movimiento opositor quieren entrar a nuestro casa, aunque sea un evento benéfico, nada, fuera, nos reservamos el derecho de admisión.

Y ya no le dicen tirano, ahora es el directivo honorable ante el que empeñamos la palabra y al que no podemos fallarle, nos comprometimos con él.

Y la autoridad permisiva y alcahueta ya es la que aplica la ley, la que tenía razón cuando nos dijo que cometimos un error al pelearnos con nuestro líder, la que ya no nos amenaza con quitarnos la casa (que no es nuestra pero como si lo fuera).

Y la que habla sigue siendo la madre de todas las ligas, sólo que ahora es la que fortalece a la dictadura en contra del movimiento disidente, la que, por temor a las represalias y a los chantajes, defiende su casa de los que atentan contra su redimido líder.

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