Sábado por la noche, recién había visto la derrota del “Choko” Hernández cuando comenzó mi malestar.
Primero las rodillas, luego los brazos, los tobillos, las manos…
De repente, estaba cubierto de pequeñas ronchas, producto de algún alimento que consumí y que me ocasionó una intoxicación monumental.
Era tal la comezón y la propagación de las erupciones cutáneas que finalicé mi sábado en la sala de urgencias de la clínica 32 donde fui informado de mi padecimiento.
El médico le ordenó a la enfermera que me inyectara una sustancia de la cual carecían en el inventario del seguro social, de modo que terminé recibiendo un sustituto de esa misma medicina.
No se preocupe, tómese estas tabletas y mañana estará como nuevo, dijo el médico, cuyo trato, debo reconocer, fue amable.
Dormí bien, tranquilo, pero al otro día, el domingo por la mañana, mientras cubría la carrera atlética de Fema, volvió a invadirme un cosquilleo constante, severo, que anunciaba el surgimiento de nuevas erupciones.
El vaticinio del médico había errado: no amanecí como nuevo.
El domingo, después de la carrera, hice otra cita con otro médico, en este caso, particular.
El diagnóstico fue confirmado: intoxicación por alimentos.
El remedio fue el mismo: inyección y tabletas.
Cuestión de esperar: dos días y como nuevo.
Y en esas estoy: esperando.
Pero mientras esperaba, ayer, antes de ir al juego de “leyendas” entre América y Chivas, decidí leer el historial de esta columna, para conocer cuáles temas han generado mayor interés.
A través de la página de El Vigía aparecen las notas o columnas más leídas de cada día.
Entonces noté que el recurrente reclamo de los lectores, pidiendo historias de éxito, no va de acuerdo con su interés como consumidores de noticias.
Al parecer los opinadores ni comentan ni leen columnas que refieren a deportistas de excepción nacidos en Ensenada.
La columna publicada el viernes, sobre la participación de los gimnastas ensenadenses Daniel Corral y Santiago López en el mundial mayor de gimnasia, ha registrado menos clicks que cualquier otra que se haya publicado.
Los dos seleccionados nacionales originarios de esta ciudad hacen el 1-2 en Rotterdam, Holanda, como las cartas fuertes, las esperanzas de México.
Poca cosa, tal vez, para ser leídos.
Un poco más leída (pero sólo un poco) se encuentra la columna dedicada a uno de los “hombre-récord” del beisbol profesional en México, el maneaderense Cornelio García.
La columna que ya escribí sobre el tenismesista René Domínguez Carlón, sobresaliente atleta de capacidades diferentes que juega con una prótesis supliendo su brazo izquierdo y que va a un mundial, será publicada hasta el miércoles.
Por lo pronto, he decidido elegir un título llamativo, además de iniciar la columna con un tema tan irrelevante e intrascendente como una alergia de este columnista que se encuentra “a punto de erupción”.
Hasta la próxima, me voy al futbol… a que esta columna sí la leyeron completita.

mdominguez@elvigia.net
md_niebla@hotmail.com





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