APUNTES PERDIDOS


Por Marco Antonio Domínguez Niebla
Todos menos yo
Cargó y luego disparó su artillería habitual, de alto calibre. Destinatarios: “los jóvenes que todavía no están listos y un plantel limitado”. Sus Xolos no habían ganado como locales en todo el torneo. Y Miguel Herrera responsabilizaba a propios y extraños, dirigidos y árbitros, todos los que conspiraron en contra de su éxito durante el primer torneo comprendido dentro del proyecto recién iniciado en Tijuana, a donde llegó cotizado por su pasado como campeón en América y mundialista con México. Pero las cosas no anduvieron. Ni siquiera liguilla. Por eso las preguntas. Por eso sus respuestas. Por eso pedí el turno de formular mi pregunta. Y me lo concedieron: Ya mencionaste lo de los jóvenes y el armado del plantel, ahora ¿cuál es la autocrítica que haces a tu trabajo, a la toma de decisiones desde la banca? Me miró como mira a todos los reporteros cuando pierde o empata: con desprecio, altanero. Y de ese modo respondió: “Eso no te lo voy a decir a ti. Eso se lo reportaré a mi directiva”. Meses más tarde, esa directiva a la que sí le explicó lo sucedido en un semestre decepcionante, le armó un plantel competitivo, tanto que lideró por grandes lapsos los dos siguientes torneos. En primera instancia, cumplió: Clasificado y líder en ambos. En la fase definitiva, fracasó: Eliminado en cuartos de final por León primero y eliminado por Tigres en semifinales después. Así regresó al América: sin dar explicaciones públicas de su partida con las manos vacías, de su vuelta a la capital sin títulos en la frontera mexicana. A más de un año de aquella despedida, tampoco por allá las cosas le han caminado. Varios torneos sin saber a qué juega su equipo, sin hablar de futbol (pero sí de la selección mexicana y de todo cuanto acontezca alrededor de los demás), sin títulos ni gloria, sin exponer autocrítica alguna de manera pública mientras responde con desprecio y altanero a las preguntas lógicas frente a sus errores en el planteo de los encuentros apuntando a la inexperiencia de algunos de sus jugadores y las consignas arbitrales en su contra, como lo hacía eliminado por los Tigres del Tuca en las semifinales de liga con Tijuana y como lo hace eliminado por los Bravos de Juárez del ascenso en los octavos de final de copa con América y en el Azteca. Nada cambia, todos siguen conspirando contra El Piojo.
*El autor es colaborador de AGP Deportes.