La multicampeona nacional Pamela Álvarez y la meta del título profesional en los Estados Unidos
Ensenada, Baja California.- Pamela Álvarez encontró su vocación muy temprano.
A los cuatro años empezó a jugar boliche. A los doce ya era campeona nacional. Y entre los 18 y los 21 ligó tres de sus seis campeonatos nacionales.
Como representante de Baja California hizo historia al ganar una cantidad de medallas cuya cuenta ya ha perdido. Y es protagonista del único juego perfecto en la historia de Olimpiadas Nacionales.
Con ese antecedente llegó al tour de la Asociación Profesional de Boliche de los Estados Unidos en 2018.
A sus 28 años, sus metas siguen tan claras como cuando empezó a tirar bolos.
“No hay mexicana que haya logrado esta hazaña: un título profesional. No me interesa ser la primera, lo que quiero es lograrlo”, dijo en entrevista con AGP Deportes durante la pausa a la que ha sido sometida su carrera debido al COVID-19.
Los logros en el terreno deportivo, en su caso, son el enlace para influir como promotora de una cultura que coloque al boliche en la percepción general con la dimensión que merece.
“Me veo como una atleta que sea ejemplar no nada más con las metas (por cumplir) sino tratando de difundir mi deporte y que se sepa que el boliche no es nachos, cerveza y pizza. Eso me interesa tanto como ganar un título, una copa profesional”, apuntó.
La multi campeona nacional refirió que su llegada al tour profesional de los Estados Unidos se dio después de jugar su último mundial con México en 2017. Luego vino una lesión, de la cual sanó para sumarse a la asociación norteamericana.
“Entré en la posición 39 (en 2018) y he llegado hasta la posición 21 en el evento Queens (escalafón más alto del tour). El primer año no lo jugaría completo, solo lo haría en los torneos de mayor renombre, pero los resultados fueron muy buenos desde el principio”, recordó sobre su evolución.
Sin embargo, a punto de jugar su tercer año, llegó la alerta sanitaria de carácter global.
“Nos pegó mucho porque el circuito es de abril a agosto. El tour se llevaría a cabo en el apogeo de la pandemia. Yo tenía mi primera competencia el 23 de marzo, así que no pudo aplazarse nada. Podría moverse el US Open a noviembre o diciembre, pero es difícil mientras no haya semáforo en verde”, lamentó.
Para ser competitiva a esa escala, Pamela Álvarez hubo de cumplir un par de pedidos de sus padres: terminar su carrera como Licenciada en Relaciones Internacionales por la UABC Campus Mexicali y ajustar su preparación para estar a la altura del desafío.
“Terminé mi carrera universitaria y me preparé para iniciar el tour en 2018. Vivía en el CAR de Mexicali y cruzaba a El Centro en Estados Unidos para entrenar a ese nivel. Sacrifiqué mucho porque la preparación fue exhausta y detallada”, reconoció.
Origenes
Su padre ha dirigido el boliche en Ensenada y Baja California, por lo que el entorno familiar ha sido favorable para el desarrollo de su trayectoria.
“Empecé a los cuatro años. Soy la más chica y seguí a mis dos hermanos mayores hasta que tuve la fuerza necesaria para empezar a competir desde las ligas juveniles, allá en el Bowl Bahía que ya no existe”, relató.
Convocatorias prematuras
“Era más pequeña pero por mi talento logré clasificar a las categorías de 13 años cuando tenia 11. A los nueve fui a mi primer nacional. Y ya con 12 años gané mi primer campeonato nacional. A los 14 llego a la selección mexicana Sub15 hasta alcanzar, con 18, la selección mayor donde jugué campeonatos centroamericanos, panamericanos y mundiales”.
Triunfos, el perfecto y el montón de medallas
“Tengo seis campeonatos nacionales juveniles, los tres últimos de manera consecutiva, categoría Sub21, de los 19 a los 21. Soy la única mujer en la historia de Olimpiada Nacional en tirar juego perfecto. Lo hice en 2010 a los 18 años durante mi última Olimpiada en la prueba de equipo junto a mis compañeras presentes, igual que el director del INDE entonces, Saúl Castro, en el boliche de Guadalajara. Era un silencio, todo el boliche parado viéndome y yo concentrada. Un recuerdo muy bonito”.
En Olimpiada Nacional, “logré tres de las cuatro medallas posibles en algunas ediciones. Jugué más olimpiadas de lo que podía porque inicié más chica, así que no llevo la cuenta de cuántas medallas gané”.
Preparación permanente
“El boliche es un deporte de precisión, por lo que hay que practicar la puntería con una fortaleza de piernas y un balance corporal, el equilibrio, porque el peso cae sobre el lado opuesto al que lanzas. Además hay que tener un control mental porque en el tour profesional juego de nueve de la mañana a dos de la tarde, lanzando y pensando”.