Por Fernando Ribeiro Cham

Cosas del puerto

La vida es como andar en bicicleta
Unas líneas feas, por espacios inexistentes, por espacios asimétricas. La ciclovía es un monumento al grito ahogado de quienes exigen transitar en bicicleta con los mismos derechos que lo hace un conductor de auto o un peatón, pero al mismo tiempo es el recuerdo de aquellos millones anunciados, aquellos conseguidos, aquellos desaparecidos, aquellos nunca encontrados. No se preocupen los usuarios de la bicicleta, que al igual que como con los atletas, ya viene un nuevo impulso de “energía” a subsidiar lo que la malversación de nuestros impuestos e inscripciones atléticas tanto dañó.

Iniciativas que no concluyeron
De vez en cuando surge una “eureka” en la mente de esos que prefieren cargarle más la espalda al pípila contribuyente. Así fue con aquello de alivianar la penuria de quienes promueven que generalmente los domingos y en forma menos frecuente los sábados, decidan levantarse y anudar las agujetas, ponerse un número en el pecho y correr por las deterioradas calles de la ciudad. Hay tres cosas que debo reclamarle al entonces regidor, Cristian Vázquez, el no haber continuado con su lucha apartidista, la no insistencia en la exención del pago de un montón de trámites a quienes promueven las carreras atléticas sin fines de lucro y la no publicación de la antología de cuentos de las que un tal, Manuel Carreira, hubiese sido partícipe.

No somos tantos
En la cantina que tiene ya más de un centenario de existencia, un amigo saludó a un conocido, a él se le unió otro que conocía a ambos y al final el norteño tocó para una mesa en la que once personas que no se habían citado previamente, terminaron brindando entre cervezas y banderitas, pues aquí todo mundo se conoce. Por eso resulta “extraño” el que en una población demográfica tan pequeña – en comparación con la que asiste a los martes o jueves de brebaje etílico – no conociesen al primer ensenadense en cruzar la meta del medio maratón de Ensenada, celebrado comúnmente en mayo, por aquello del aniversario de la ciudad, pero que hoy encontró su arranque en un más cálido agosto. En la ambigüedad cabemos todos, le escuché decir a un abogado y es que en donde no hay claridad, reina la interpretación. Aunque mi corazón y mi mente están en la blanca Mérida y sus alrededores, mi residencia, según constan documentos probatorios, sigue estando en Ensenada. Los casos no previstos serán resueltos por el comité organizador, dice cuánta convocatoria se ha expedido.  La entrega de un requisito que permita demostrar que uno es quien dice ser, no es uno de ellos.





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