“No cayó el batazo oportuno”: J.G. Castro, manager de México, tras la eliminación


Miami, Florida.- Después de ganar sus últimos 11 partidos de la postemporada en la Liga Mexicana del Pacífico para conquistar su título número 17 – la mayor cantidad en la historia de dicho circuito –, los Naranjeros de Hermosillo dejaron de batear en la Serie del Caribe 2024 en Miami, cayendo a 1-4 en las posiciones tras perder por 6-1 ante los Tiburones de la Guaira (Venezuela) el lunes por la tarde.
El sábado, lo ocurrido con la decisión de los árbitros de no dejar lanzar a Luis Márquez pudo haberle costado el partido ante los Federales de Chiquirí (Panamá). Es una realidad. Sin embargo, tras su derrota del lunes frente a los venezolanos, México quedó sin posibilidades de clasificar para las semifinales debido a su falta de bateo oportuno.
Aparte de su victoria por 9-1 sobre los Tigres del Licey (República Dominicana) el domingo, los Naranjeros batearon de 19-4 con corredores en posición de anotar. Ese factor se vio acentuado el lunes, cuando Aaron Altherr falló dos veces con dos outs y las bases llenas, ganando Hermosillo 1-0. Eso, al final, les abrió las puertas a los Tiburones para que explotaran para anotar seis en la séptima entrada, lo cual esencialmente sentenció el encuentro a favor de los sudamericanos.
“Tuvimos oportunidades de hacer carreras; no cayó el batazo oportuno”, expresó el manager de los Naranjeros, Juan Gabriel Castro. “Venezuela vino y a la hora cero, hicieron lo que tenían que hacer. Desafortunadamente, no pudimos obtener la victoria en el día de hoy”.
Lo hecho por Hermosillo en este Clásico Caribeño representa cierto bajón en general para el béisbol mexicano, que tuvo un gran impulso hace 11 meses – aquí mismo en el loanDepot park – cuando la selección de México sorprendió a muchos al alcanzar la ronda semifinal del Clásico Mundial de Béisbol.
En el caso de los Naranjeros específicamente, el fracaso fue simbolizado por Altherr – Jugador Más Valioso de la serie final en México – cuando el importado dejó de empujar las carreras que hubieran abierto el marcador.
“Sabemos que el béisbol es así”, comentó Castro. “A veces, te da. A veces, no te da. Los muchachos trataron de hacer las cosas; no les salió. Tuvimos oportunidades en todos los juegos, de ganarlos, y no se nos dio”.
En sus primeros cinco partidos en Miami, el pitcheo de México, con la excepción del lunes, pudo hacer el trabajo en sentido general. Y el mismo lunes, aparte de Juan Manuel Gámez y Curtis Taylor — que permitieron tres carreras cada uno en aquel fatídico séptimo capítulo — Zach Matson, Joe Van Meter, Elkin Alcalá, Jake Sánchez y Taylor Williams mantuvieron a raya a la ofensiva venezolana. De hecho, con todo y las seis anotaciones concedidas el lunes, la efectividad colectiva de los Naranjeros quedó en un respetable 3.83 tras cinco choques.
El problema fue la ofensiva. México salió del juego del lunes con los peores números colectivos del torneo en promedio (.224), porcentaje de embasarse (.289) y OPS (.624).
“Siempre es un trago amargo”, manifestó Castro. “Los muchachos han peleado hasta el final. Tal vez las cosas no salieron como quisiéramos que hubieran salido. Tuvimos oportunidades; no se aprovecharon. Al final del día, teníamos que ganar. No lo hicimos. Nos queda como experiencia para seguir mejorando como organización”.
El martes, los Naranjeros completarán su participación en esta Serie del Caribe a primera hora contra los Gigantes de Rivas (Nicaragua). El que pierda terminará en el último lugar del evento.
“Los muchachos van a salir a dar el 100%”, prometió Castro sobre dicho compromiso. “(A) jugar un buen béisbol y salir con la victoria”.
Información: MLB.