Marco Deportivo :: Charla con un hombre respetuoso







Ambos estábamos en un ambiente distinto, incómodo.
Por eso cuando lo vi, pensé: aquí me estaciono.
Él que es tan respetuoso escuchaba con atención los discursos. Yo que no soy tan respetuoso no quería escucharlos, así que lo distraje y le hice una pregunta beisbolera. Sé que me lo agradeció. Lo noté en su expresión de entusiasmo. Entonces empezamos a hablar del homenaje a una leyenda del beisbol local. “El “Burro” fue un peloterazo, Marco”, me dijo mientras saboreaba cada una de las palabras que describían las hazañas de su amigo.
Con la misma emoción me comentó el regreso del manejador de los Marineros, Roberto Heras, cuyo estilo para dirigir “me encanta, Marco, es agresivo y hace esas cosas del beisbol de antes, inteligente, de estrategia”.
En la conversación no podía faltar el tema del boxeo, otra de sus pasiones. Le dije que admiro a la gente como él porque ven cada detalle de las peleas, los llamados puntos finos. Y de inmediato él comprobó lo que recién le había dicho: en ese momento pronosticó la paliza que un día después le propinó un cubano a un mexicano.
Había mucho más por platicar. Cómo va el salón de la fama, profe, le pregunté. Lento, me contestó. Por eso estoy aquí. Vengo a ver al alcalde, he llamado para hacer varias citas pero no me responden.
Yo nomás vengo por una declaración del diputado federal sobre un proyecto deportivo, le dije.
Enseguida hablamos de todo un poco, por ejemplo de La Paz, su tierra. Viajaré al sur para descansar unos días, me dijo. Cómo andan las cosas por allá, le pregunté. Pues ganó uno del PAN que era del PRD y al parecer antes fue del PRI, me respondió.
Yo que no soy tan respetuoso, le dije: qué cochinero. Él que es tan respetuoso, nada más sonrió.
Mientras tanto, el último discurso estaba en su apogeo, guardamos silencio y la voz del orador retumbó: cuando estén las campañas entonces sí que se peleen los panistas, los priistas y los perredistas, en este momento no, yo gobierno para todos, sin colores, igual que el alcalde y los señores diputados.
Por fin alguien rompió el hielo, pensé, qué buena puntada.
Sin embargo, nadie más tomó con humor la declaración del funcionario. Los presentes, como hipnotizados, fingían creer en las palabras de quien sostenía el micrófono con energía, teniendo como marco el puerto de una de las ciudades que gobierna.
Entonces, mi mirada incrédula se dirigió a la del profe Alfredo Marín y yo que no soy tan respetuoso le dije: qué bueno que nos dedicamos a cubrir deportes, ¿no cree?
Él que es tan respetuoso asintió y me dijo: así es, Marco.

mdominguez@elvigia.net
md_niebla@hotmail.com





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