Marco Deportivo :: Primero lo primero







Movimiento por todos lados. Una reestructuración total. El lugar, por su historia, es un camaleón cuya cubierta cambia cada tres años, si así se requiere. Y si el gobierno municipal anterior se ocupó de invertir ahí, colocando una nueva duela, butacas y toda la cosa, nosotros, los nuevos, vamos a demostrar que también nos interesa este templo del deporte, tan célebre como legendario.

A ver, primero lo primero, la nueva inversión tiene que ser aplicada en lo más importante: la fachada. Es el rostro del lugar, la primera impresión. Ya está hecho el diseño, la nueva imagen. Todo tiene que quedar parejo, bonito, uniformado, adentro y afuera, que la remodelación se note, que no sea una “manita de gato” nada más, que sea un verdadero zarpazo de tigre, más de acuerdo al nombre del lugar.

Para empezar, es necesaria mucha pintura. Y si el presupuesto lo permite, barniz (aunque tenga tan poco de tiempo de haberse instalado, la duela no es eterna, con una barnizadita será más que suficiente para que quede como nueva, también hay que pensar en los deportistas).

Manos a la obra. La transformación empieza. Trabajos a marchas forzadas para dignificar uno de los escenarios con mayor historia en la ciudad. Cosa de días y listo. El cambio de imagen, consumado. Sin embargo, algo falta. Los usuarios tienen peticiones, son quienes juegan ahí y conocen las necesidades del lugar. Pero eso ya lo checaremos después. ¡Mira nada más! Piden una rampa para discapacitados y personas de la tercera edad. Como si eso no pudiera esperar. En qué cosas tan menores se fija la gente, no cabe duda que si no se quejan no están contentos. Ya ni la hacen. Tienen que entender que hay prioridades. Están como los que quieren impermeabilizar el techo. ¡El colmo! ¿Para qué? El área que cubre la duela no se gotea. Y si en la zona de butacas hay goteras, pues que se muevan a otro lugar. Al cabo sobran. ¡Ni que viniera tanto público! Además, la época de lluvias ya pasó. Lo verdaderamente importante está resuelto. Ya podemos organizar ahí nuestros eventos de lo que sea: políticos, proselitistas y hasta deportivos, por qué no. Mira, ahora sí parece un gimnasio de verdad, qué hermoso: verde, blanco y rojo, con el escudote que identifica al gobierno del señor alcalde. Nada del espantoso azul que de tantas manos que le daban cada tres años estaba tan penetrado en las paredes, en las entrañas del gimnasio que ahora es todo nuestro.

mdominguez@elvigia.net

md_niebla@hotmail.com





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