Marco Deportivo :: Elizabeth y Erik







Elizabeth es una enfermera dedicada, que ama su profesión. Trabaja en el Hospital General, donde es conocida por la devoción con la que desempeña su trabajo. Elizabeth es una de esas mujeres afortunadas que escogió con tino el oficio a través del cual se gana la vida, brindando una sonrisa a los pacientes que convalecen bajo su amable supervisión. Sobran testimonios sobre su calidad humana, en un lugar donde es tan poco común encontrar algún gesto solidario. Finalizada su jornada laboral, Elizabeth cambia de rol y lo hace con el mismo fervor. Llegando a casa, se convierte en la líder de un hogar feliz que forma junto a su esposo y sus dos hijos, de quienes siempre se expresa con emoción. Hace unos años, Elizabeth descubrió que uno de sus hijos nació con las facultades para el deporte de alto rendimiento. Erik, desde pequeño, mostró sus facultades en las pistas atléticas. Con el mismo esmero con que su madre trabaja en el hospital, Erik se entrega en los entrenamientos diarios para cumplir las metas que se ha impuesto desde que descubrió que el atletismo es la pasión que llena su vida. La pista de la unidad deportiva Sullivan es el escenario donde Erik pule sus cualidades, devorando metros para especializarse en las pruebas que Zinnia, su entrenadora, le encomienda. Mientras su hijo mayor se transforma de prospecto a realidad, Elizabeth permanece ahí, siempre atenta, siempre expectante, en cada práctica. El tiempo y el trabajo han convertido a Erik en seleccionado municipal. Luego han llegado las competencias regionales y nacionales, donde, siempre junto a su madre, Erik se ha retirado con metales colgando del cuello, como evidencia de su calidad en el atletismo. Esos resultados lo han llevado a ser uno de los atletas de alto rendimiento con mayor proyección para colocar el nombre de Baja California en lo más alto de los podios del país. Su última salida fue a Mérida, Yucatán, donde Erik volvió a responder a las expectativas que genera su talento. En las pistas yucatecas, voló más que nadie durante una de las pruebas en competencia de la Olimpiada Nacional 2011. Y hasta allá, hasta la otra punta del país, Elizabeth, la enfermera dedicada, el ama de casa, la esposa y la madre ejemplar, viajó para aplaudir los triunfos de Erik Castro Estrada, su hijo, el atleta más veloz de México en los 800 metros.

mdominguez@elvigia.net

md_niebla@hotmail.com





Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.