Marco Deportivo :: El estadio del “amigo”

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 El estadio ya tiene nombre, pero nadie se pone de acuerdo con los acuerdos.

El alcalde dice que fue un acuerdo de cabildo.

El diputado lo contradice: fue un acuerdo del patronato con la empresa que realizó el proyecto arquitectónico en enero de 2007, cuando él mismo aseguró que el estadio tendría capacidad para 20 mil 190 aficionados en un plazo de tres años.

Es la misma historia desde que el diputado dejó la alcaldía hace tres años.

Complicidades, cuidar las espaldas del insoportable compañero de partido que se vuelve soportable con tal de no perder posiciones.

Los integrantes del patronato, incluido el diputado, operan sin dar explicaciones.

Un ejemplo: el estadio es bautizado porque el cabildo quiso, o porque el patronato lo decidió, o porque una empresa lo exigió, o por el motivo que sea.

Después de seis años de hacer y deshacer a placer, jamás se ha aplicado eso que se llama rendición de cuentas.

Los procesos para concursar la instalación del pasto, de la pista, de las gradas, de todo lo que se construyó mal, con defectos, se hicieron en la penumbra, bajo sospecha.

Son millones de pesos invertidos durante seis años, tanto de partidas gubernamentales como de recursos privados que se negociaron a nombre del municipio, sin que la obra registre avances significativos, más allá de un graderío inaugurado en julio de 2007.

Esos montones de escombro, esas gradas a medio terminar que llaman estadio, son uno de los tantos motivos que generaron el cambio de colores que se registrará en el gobierno.

Ya viene diciembre, tiempo de evaluaciones a cargo del alcalde electo, quien, entevistado, ataja el tema de inmediato con una mera formalidad para evitar confrontaciones y dice: el diputado federal “sí es mi amigo” (como también dijo que eran sus amigos el dueño del hipódromo, el senador y el propietario del diario regional, entre otros tantos cuyos nombres surgieron en la charla).

Pero la realidad es que el próximo alcalde no está al tanto del tema y lo admite: desconoce el convenio, sus términos, el uso, las instalaciones, el avance de la obra.

Contesta de manera retórica que el uso del estadio tiene que ser gratuito para toda la gente, como gratuita dice que será la entrada a todas las unidades deportivas de la ciudad.

Lo que sabe del estadio lo sabe por su amigo el diputado, ya que con el titular del patronato, Rubén Reyes Moreno, “no hemos hablado”.

Coincide con su amigo el diputado en que resulta necesario contar con un patronato que dé continuidad a la finalización de la obra.

Para cerrar la entrevista, promete que se asesorará sobre los antecedentes del proyecto cuya falta de claridad y anarquía, después de seis años, lo mantiene como la obra negra más célebre de la ciudad.

 

mdominguez@elvigia.net

md_niebla@hotmail.com





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