DIARIO HASTA LA FINAL (Día 17)
Por Marco Antonio Domínguez Niebla
Un sueño. Sí, como la mayoría, yo quería la gran nota, el gran tema para esta columna: «El gigante, el penta, echado en casa por su víctima histórica», «Tragedia en el Mineirao», «Uruguay en el 50, Chile en 2014». Pero no, al final, la fantasía quedó simplemente en eso. No se consumó. Nada extraño en fase definitiva. Acá los nombres, las historias, pesan a la hora de marcar diferencia, de acabar con los fantasmas del pasado. Y así, igual que en 62 y 98 y 2010, con tan poco, Brasil echó a los chilenos después de que Pinilla la puso en el palo durante el último minuto de los 120. Ya vendría más tarde un Julio César agigantado para tapar a Alexis y al mismo Pinilla, antes de que Jara reventara el poste con la sentencia desde los once pasos. Chile que, sí, lo hizo bien, no pudo con el peor Brasil imaginable. En series mundialistas de segunda fase, esto suele suceder. Sobre todo entre los llamados grandes y los que sueñan en serlo.
James. Día 3: James, así como suena, sin traducciones. James, no Yeims, anota el 3-0 ya casi al final frente a los griegos. Lo merecía. Fue el mejor colombiano sobre la cancha.
Día 8: James tiene un clon. Se peina como él y define como él. Zurdo también, como él. Se apellida Quintero. James y Quintero, esos chicos tan parecidos, marcan los dos del triunfo ante los marfileños.
Día 13: James no inicia. Ingresa en el segundo tiempo. Tiene una clara. Se juegan los últimos minutos. Sale el portero japonés y James, después de una maniobra de esas que sólo se atreven a hacer los que saben del tema, pica la bola para el cuarto de la invicta Colombia, líder de grupo con nueve puntos.
Día 16: James, no Muller ni Neymar ni Messi, es designado Balón de Oro de la primera fase del mundial brasileño.
Día 17: James controla con el pecho y prende la pelota con esa zurda ya célebre en tierras brasileñas. El portero uruguayo lo intenta pero cuando cae sólo atina a ver la bola rebotando dentro del arco después de golpear en el travesaño. Faltaba más. En el segundo tiempo, Cuadrado acomoda de cabeza y James aparece por el centro del área, como un 9 común y corriente, para empujarla, sólo que en esta ocasión con la otra, la derecha, como si el ausente Falcao ahí hubiera estado. Uruguay, el semifinalista de 2010, eliminado al caer 2-0. Doblete de James.
Querido diario: tengo la ligera impresión de que hay un firme candidato, si las cosas siguen como van, para disputar eso que llaman Balón de Oro y que entregan al finalizar las copas del mundo.
Tienen la palabra Muller y Neymar y Messi.
Memoria. Todos prefieren recordar a Peláez y al Matador en la parte final. Es más cómodo mirar al marcador para alimentar la esperanza a 16 años de ese 2-2 engañoso. Para quienes vimos el mundial francés es difícil olvidar aquel primer tiempo en el que Holanda pudo hacer de tres para arriba, ya clasificado. Era el último juego de la primera ronda. Este domingo, a 16 años, el juego es ganar o ganar. Otra historia.