Marco Deportivo :: Esperando a Alec
El trabajo absorbía todo, era prioridad.
La agenda saturada: eterna programación dominical por los campos de beisbol, función de box ya de noche, despertador a las seis y media para llegar a la carrera atlética, entrevista al karateca, al gimnasta, al tenismesista o a cualquier talento de cualquier deporte, foto y toma de datos en el futbol, el basquetbol, el voleibol…
Luego, el camino de regreso a la redacción para escribir y entregarle la nota al editor.
El periódico apenas nacía y el compromiso ya había sido asumido con la pasión de quien encuentra en un empleo la combinación ideal entre oficio y vocación.
Dentro de esa dinámica, un 12 de noviembre de 2003, poco después de las cinco de la tarde, recibí la gran noticia, la espera de nueve meses había terminado: “nació Anael”.
Ese día, a las seis de la tarde, tenía cita en el Club Guzmán para dar cobertura a una entrega de material que hacía el ayuntamiento al espacio que ha forjado campeones nacionales y mundiales de boxeo.
El encuentro que cambió mi vida se presentó poco antes de las seis de la tarde, justo a tiempo para salir corriendo del área de cuneros y llegar al gimnasio de la calle nueve a cumplir con la labor informativa.
Escrita y entregada la nota, regresé al hospital para sellar el pacto de complicidad con ese ser increíble que a diario, desde hace ya casi siete años, me imparte las mejores lecciones de vida.
Tres años después llegó la segunda gran noticia, eran las ocho de la mañana del 15 de octubre de 2006 cuando me avisaron por teléfono: “nació Marco Iván”.
El acontecimiento me encontró en plena pista del deportivo Sullivan, donde se realizaba la primera edición de la carrera atlética en honor a Arturo Barrios.
Concluido el compromiso laboral, llegué al hospital, me vi con él y desde entonces las miradas se cruzaron estableciendo el segundo vínculo de complicidad que exigió el reajuste en la escala de prioridades.
En los dos eventos más importantes de mi vida, ahí estabas a mi lado con tu cámara lista para captar las imágenes de las noticias que se registraron el 12 de noviembre de 2003 y el 15 de octubre de 2006, días en los que no debí haber trabajado.
Fuiste el primero con el que compartí ambos hechos y sé que serás el primero en tomar el ejemplo para no repetirlo.
Compadre Alex, el día que llegue la gran noticia, “nació Alec Daniel”, tú debes estar al lado de Rosa Ivet.
Ese día, tu primer gran día, apaga el radio y manda a volar a quien tengas que mandar a volar.
Valdrá la pena.
mdominguez@elvigia.net
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