Marco Deportivo :: Las Bajas y el colaborador
El panorama era terrorífico: ruido infernal, máquinas escandalosas, gringos tatuados, alcoholizados y eufóricos, gente acelerada que a su vez aceleraba...
Columna Deportiva escrita por el periodista Marco Dominguez
El panorama era terrorífico: ruido infernal, máquinas escandalosas, gringos tatuados, alcoholizados y eufóricos, gente acelerada que a su vez aceleraba...
Su rosto no muestra expresiones. Es una mueca tiesa. Todos los saludan con reverencia, como se saluda a un militar...
Primero, me miró con cara de lástima. Luego, me preguntó por qué llegué a pie, por qué no traes en...
Perdí la señal del cable. Así de repente, adiós, el televisor sólo sintonizaba la señal de los canales por aire....
La diputada y el regidor en problemas, un día… La diputada y el regidor de nuevo en problemas, días más...
Cuatro años como límite para llegar a la primera división. En efecto, así lo indicaba el proyecto original, cuando nació...
Cuando llegó, todos nos volteamos a ver y le dijimos que sí, que podía sumarse a la “cascarita”. Sin embargo,...
Elizabeth es una enfermera dedicada, que ama su profesión. Trabaja en el Hospital General, donde es conocida por la devoción...
Desde temprano se vistió para la ocasión: la camiseta a rayas recién estrenada, Reebok de las buenas, con el flamante...
Están ahí, una y otra vez, fallan y vuelven a intentarlo. El balón, desgastado, escapa caprichoso a las redes. El...
Las molestias empezaron alrededor de las cuatro y media de la mañana del martes tres de mayo. Conforme avanzaban los...
El correo está a punto de saturarse. Entre tantos mensajes, no sé ni cuál borrar. Tengo que revisar bien antes...
Todavía recuerdo su llamada. Era ya tarde en la noche, cerca de las diez. Me preguntó sobre la presentación de...
La foto, a pesar de los más de treinta años que han pasado, sigue mostrando intacta esa mirada vivaz, traviesa....
Movimiento por todos lados. Una reestructuración total. El lugar, por su historia, es un camaleón cuya cubierta cambia cada tres...
Te sigo, siempre te he seguido. Llegas poco después de las siete, más temprano que nadie, luego de dejar a...