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Por Fernando Ribeiro Cham

El arenal de Ensenada

Debió haber sido por allá del 2010, la fecha exacta no la recuerdo, pero fui invitado por David Puente Rodríguez, que en aquel entonces era directo de cultura física y deporte en Baja California y presidía un colegio de profesionistas del deporte a nivel nacional. La cita era en la paradisiaca Playa del Carmen y el evento en comento era un congreso con especialistas en distintos rubros de las ciencias aplicadas al deporte, mismo que iba dirigido a los directores de esta área en los municipios del país.

Habló el médico y tocó el turno del psicólogo, al que le siguió un preparador físico y las charlas continuaron su curso. Finalmente hizo su presentación Bernardo de la Garza, entonces director de la CONADE y explicó a detalle los programas federales, la manera en que los municipios podían hacerse de recursos para el desarrollo de sus programas y otros temas en un diálogo entre pares, o eso creí, hasta que aquel aficionado al triatlón, preguntó a la audiencia si todos eran directores de algún instituto, consejo o departamento municipal del deporte.

Todos respondieron al unísono de forma afirmativa, corrijo, todos excepto uno. En medio de la audiencia, en la tercera o cuarta fila, un hombre muy parecido a ese personaje chaparrito, moreno y de bigote que ha salido en la Ley de Herodes, Pastorela y la serie de Narcos México, Fermín Martínez, alzó la mano y pidió la palabra. “Es usted director o subdirector en su municipio”, preguntó De la Garza, ni uno ni otro, respondió el hombre de la tercera fila y a partir de ahí comenzó un diálogo que, le aseguro, es totalmente cierto y lo guardo casi de manera intacta en la memoria.

“Soy el presidente municipal del Arenal, municipio de Hidalgo”. La respuesta sepultó cualquier ruido en el auditorio y solo se interrumpió aquel silencio, por la pregunta incrédula del director de la CONADE, quien, de forma entendible y haciendo las veces de Santo Tomás queriendo ingresar sus dedos en las llagas del resucitado, cuestionó de forma temerosa, ¿alcalde?, para posteriormente decirle un “me siento honrado de tener a un alcalde entre una audiencia”.

Para ese entonces las alertas protocolarias se habían encendido. Ni David ni yo sabíamos lo que había que hacer. El alcalde de ese municipio, desconocido al menos por mí en aquel momento (después investigué y supe que es pequeñísimo y entonces contaba con apenas 10 mil personas) siguió, “mire señor director, allá en El Arenal, pues es muy chico, entonces el encargado del deporte es mi compadre y me llegó hace unas dos semanas con una invitación, diciéndome que había un curso aquí en Playa del Carmen. La verdad es que ni él ni yo habíamos escuchado de ese lugar, pero me enseñaron unas fotos y se miraba bonito el mar y la playa, muy bonito todo. Entonces le dije a mi compadre que mejor iba a venir yo y pues aquí estoy escuchando todo esto que está muy interesante.”

La carcajada en un acto plural se contuvo por respeto a la investidura del orador que continuó, “oiga señor director, ya que me dio la palabra quiero preguntarle si es posible que me mande a uno de esos médicos del deporte, lo que pasa es que allá en mi municipio tenemos una peregrinación y el año pasado un chamaco se fue en bicicleta y se deshidrató, se puso muy mal, pero pues es que si está largo el tramo”. Un “con gusto lo reviso” fue la respuesta a la petición y la sesión de preguntas y respuestas prosiguió.

No está demás decir que en la tarde era una ventaja tener en el equipo de voleibol en la alberca al alcalde de El Arenal. Era un tipo muy competitivo.

Al finalizar el ciclo de conferencias me entregó su tarjeta. Nos despedimos y me lanzó un “cuando ande por Hidalgo vaya a visitarme, allá lo tratamos muy bien en mi municipio”.

Así fue como conocí al alcalde que designó a su compadre, que en palabras de él, no sabía mucho de deportes y quien se perdió la oportunidad de conocer el Caribe.

La tarjeta decía El Arenal. Bien pudo o podría decir cualquier otro nombre, otro municipio. Quizá.

*El autor es Licenciado en Actividad Física y Deporte por la UABC. Fue responsable de deporte asociado en el Instituto del Deporte de Baja California. En la actualidad encabeza la coordinación de educación física en el Sistema Educativo Estatal. También preside el consejo directivo del Salón de la Fama del Deporte de Ensenada.







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