Ramón Ramírez recapitula su trayectoria, ilusionado de construir un proyecto sólido en el Atlético Ensenada


Ensenada, Baja California.- Ramón Ramírez recién es el director deportivo del Atlético Ensenada, club de la nueva Liga de Balompié Mexicano al que se incorporó durante la semana.
En entrevista, explicó las funciones del cargo que desempeñará en cuanto se levante la pausa de actividades frente al brote de COVID-19.
Mundialista con México en Estados Unidos 1994 y Francia 1998, también relató esas experiencias, al igual que su paso por Santos, su consagración con Chivas, la polémica transferencia a América y su experiencia en Tigres.
Y, entre otros temas, describió pasajes de su carrera al lado de técnicos como César Luis Menotti, Miguel Mejía Barón, Manuel Lapuente y Tuca Ferretti.
-¿Por qué Ensenada y cómo se dio el contacto?, ¿qué te sedujo de la propuesta de trabajo?
Tengo buena relación con el presidente Antonio García y coincidimos en la filosofía, la forma de ver el futbol. México es un país extenso, pero desafortunadamente el futbol se ha centralizado en tres o cuatro regiones, habiendo otras que podemos explorar como Ensenada, Mexicali, Sonora, Chihuahua y sureste del país. Este proyecto viene acompañado de esa intención. Nunca he estado en Ensenada, pero tengo muy buenas opiniones de la ciudad, que es tranquila, con un clima excelente, y me doy cuenta de que es una región futbolera a cuyos niños y jóvenes hay que motivar.
-¿Cuáles son tus atribuciones en la dirección deportiva?
Es una posición primordial como un puente con la directiva, fuerzas básicas, el cuerpo técnico y desde ahí me voy a mover. Por un lado ayudaremos al técnico a consolidar al equipo buscando las características en base a su estilo de juego, así como convencer a la directiva para formar fuerzas básicas en un futuro inmediato, coordinando que el niño y el joven se acostumbren a tener los conceptos para llegar bien formados y les cueste menos trabajo probar suerte en el profesionalismo.
-¿Qué tipo de técnico y qué idea de juego te gustaría que desarrollara el Atlético Ensenada?
El técnico ya lo tiene visto el presidente hace unos meses gracias a su buena relación con gente del futbol ecuatoriano que gusta de un estilo europeo, de dinámica, y que va de acuerdo conmigo. Sé que soy el director deportivo y no voy a dirigir ni a imponer mi idea de juego. Yo simplemente voy a esperar resultados en cada una de esas áreas.
-La desaparición del ascenso, tu opinión y ¿cómo crees que pueda ser capitalizado por la nueva liga con tanto futbolista que podría quedar libre?
Podemos echar mano de muchos de estos jugadores, se les tomará en cuenta. Ha sido una decisión complicada para los jugadores y las aficiones. En una liga de ascenso es importante la ilusión de llegar a la primera división para enfrentarse a muchos de los equipos que ven por televisión y que pocas veces pueden tener cerca. Se quedará mucha gente sin trabajo, sin esa fuente de ingreso, y no será sencillo. Veremos con el tiempo si esta fue una buena decisión.
-¿Qué opinas de la designación de Carlos Salcido como presidente del circuito?
Me da mucho gusta que sea el presidente de la liga y nosotros como Atlético Ensenada vamos a apoyarlo para que todo sea en beneficio de la misma. No somos los protagonistas, las piezas importantes para el crecimiento de esta liga son los jugadores. Sí somos una oportunidad más para los jugadores que se quieran mostrar. Lo más importante serán los pasos que dé esta liga saliendo de esta contingencia para saber cuándo iniciaremos. No queremos entrar en polémicas ni cerrar las puertas a nadie.
-Después de tu trabajo como analista en Imagen, ¿dónde estabas residiendo y qué hacías?
Radico en Houston, Texas, y después de trabajar en medios de comunicación, colaboro con una agencia de marketing que organiza torneos, ligas para el desarrollo de jóvenes hispanos de Estados Unidos que buscan una oportunidad profesional o de ser encaminados a una beca universitaria.
-Sonó tu nombre en Chivas durante 2018, incluso algunos medios lo daban por hecho, ¿hubo contacto?
Suena cada vez que queda el puesto vacante en la dirección deportiva, como el de otros jugadores que fueron referentes. Tengo el gusto de conocer (al presidente) Amaury Vergara, una persona sensata que creo que sacará adelante al equipo, pero nunca hubo una invitación formal.
-Estados Unidos 94 y Francia 98, ¿qué tanta diferencia experimentaste como jugador durante esos cuatro años?
Hubo un cambio, sobre todo en la madurez y en la forma en que encare cada copa del mundo. A Estados Unidos llegué con mucha ilusión y me costó mucho trabajo después de perder el primer partido con Noruega porque ya no jugué los dos siguientes, así que no fue lo que imaginaba de una copa del mundo, me quedó un sabor agridulce. Tenía la espinita clavada y en Francia me sentí más cómodo, a pesar de salir expulsado en el tercer juego contra Holanda y no poder jugar el partido (de octavos de final) contra Alemania. Pero (el empate a dos después de ir perdiendo dos por cero con uno menos) contra Bélgica fue mi mejor juego en mundiales. Me cometieron el penal que convirtió Alberto García Aspe y luego le di el pase del segundo a Cuauhtémoc.
-¿Cómo recuerdas tus experiencias con cuatro técnicos que trabajaste: César Luis Menotti, Miguel Mejía Barón y Manuel Lapuente?
Menotti fue el técnico que me debutó en selección nacional. Me tenía mucha confianza en los tiempos cuando era muy difícil que un Sub23 llegará a la selección mayor. Él me sentaba en la mesa y me decía que habría un llamado, y así fue cuando Alberto “Guamerú” García se lesionó y me debutó en León, Guanajuato.
Mejía Barón fue un entrenador innovador, audaz, arriesgado, y le aprendí muchísimo.
Lapuente es un viejo lobo de mar, se las sabe de todas todas, estudioso y motivador como pocos. Salías a la cancha y te querías comer al rival, sintiendo que le podías ganar a cualquiera.
Y Tuca Ferretti, junto a Mejía Barón, por el tiempo que los tuve, son mis mejores técnicos. Él (Ferretti) además de ser un gran técnico es un gran formador. Llegué con dos copas del mundo y 30 años y le seguía aprendiendo. Es un gran maestro.
-Santos, Chivas, América y Tigres, tu paso por cada equipo.
Hay muchas cosas que me unen a Santos, por ejemplo que mi esposa es lagunera, de Torreón. Y estoy agradecido porque fue el equipo que me dio la oportunidad después de tocar otras puertas. Santos me abrió el camino y gracias a eso pude debutar en Primera División.
Chivas, por ser el único que juega con puros mexicanos, tiene un vestidor distinto. El jugador siente la responsabilidad representar la esencia el equipo. Y pude ser campeón, así que hay mucho cariño a Chivas.
Cuando hablo de América piensan que trato de denigrar a esa institución cuando no es así. Lo que argumento es que un jugador de América no debe pasar a Chivas y viceversa, y no por Ramón Ramírez, por cualquiera. Es importante preguntar al jugador su opinión frente a un cambio tan drástico, que no fue mi caso.
Y Tigres tiene una gran afición con la que quedamos en deuda porque se armaron grandes conjuntos y no pudimos darles un campeonato.
-Europa, ¿un pendiente en tu carrera?
Sí, porque cuando pude no quise. Apenas tenía 30 juegos en Primera División con Santos cuando me buscaron de Italia y preferí quedarme. Después del Mundial de Francia me buscaron de Alemania y España pero ya estaba tasado muy alto y no pude ir. Le digo a las nuevas generaciones que no duden cuando se les presente la oportunidad porque tal vez ese tren no vuelva a pasar.
-¿Qué opinas de la gestión de Tata Martino en selección?
Me gusta la evolución del futbolista mexicano y él le viene muy bien por sus conocimientos y la experiencia en selección argentina y Barcelona. Me gusta que sabe lidiar muy bien con los medios de comunicación para evitar conflictos. Es sensato y frontal al explicar los resultados, asumiendo su responsabilidad. Pero su verdadero reto del técnico es cuando pasemos ese escalón (quinto juego en Copa del Mundo).
-Estás en el 11 histórico que presentó hace unos días Ricardo La Volpe, un técnico que jamás te dirigió, ¿qué opinas?
En gustos se rompen géneros. Es un gran estratega, un gran técnico para el que me hubiera gustado jugar en equipo o en selección. Seguramente me habría hecho un mejor jugador, mucho más completo.
-¿Cuándo te veremos en Ensenada?
Estamos a la espera, con calma, para que en cuanto se levante la contingencia, podamos acercarnos. Lo haré con mucho gusto, tengo ilusión y deseos. Voy con mucha responsabilidad y la intención de aportar, convencido de este proyecto.