RÉPLICA
Por Fernando Ribeiro Cham
Epílogo
“Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”. – Julio Cortázar
Estamos culminando otro año, el segundo desde que la pandemia inició y cambió gran parte de nuestras interacciones sociales, incluida la industria del ejercicio físico, la celebración de encuentros deportivos y lo que ello conlleva.
Hemos vivido de cerca lo que es perder a un familiar, a un ser querido, a alguien allegado.
Nuestros negocios han sufrido, las mermas económicas y el estrés de la incertidumbre han estado más presente que nunca y sin embargo nos hemos adaptado, en la adversidad, el liderazgo de cada quien ha emergido.
Palabras como resiliencia, tenacidad e innovación, se han convertido en acciones diarias.
Hoy, a horas de que culmine este año, tengo algunos deseos que compartirles.
Deseo que nos mantengamos con salud, con la voluntad de generar, de crear,
de producir.
Deseo que la desnudez en términos de salud pública, que ha
descubierto la pandemia, otorgue un nuevo reconocimiento a la importancia de
los hábitos del cuidado físico.
Deseo que la industria del ejercicio físico pueda estabilizarse, que los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, vuelvan a sus clases, a la pista, a la alberca, al dojo, al parque, a las calles.
Deseo que el periodismo siga cuestionando, investigando, incomodando al que está obligado a cumplir, que la regla sea la búsqueda de la información.
Deseo que el deporte municipal, estatal y nacional, mejore desde sus cimientos, que se quiten esos juicios nublosos de que solicitar transparencia y cumplimiento es sinónimo de estar en contra.
Que termine el discurso del divisionismo, de la segregación, ese que poco abona al diálogo.
Que gane la razón.
Que el deporte profesional sea comprendido, apoyado, estimulado.
Que volvamos a correr en las calles, sintiéndolas nuestras.
Deseo que en Ensenada finalmente se entienda lo que es promover la urbanización para los vehículos no motorizados.
Que el tortuguismo y la indiferencia desde la administración pública, deje de ser la constante.
Que contemos más historias de éxitos.
Finalmente, estimado lector, deseo que encuentre la fuerza para sobrellevar todo lo que el próximo año le depare y si usted se toma el tiempo de leer réplica, ya habrá cumplido uno de los deseos de un servidor.
Que el 2022 le sea positivo.