Fernando Díaz, prospecto de altura con los pies sobre la tierra


Ensenada, Baja California.- Está por cumplir 16 años y ya ha capturado la atención de los detectores de talento que asisten a las citas programadas por Toros de Tijuana para mostrar a sus prospectos durante los llamados Showcase.
Fernando Díaz Chávez no tiene prisa ni pierde piso. Su prioridad, por ahora, sí tiene plazo: el 12 de julio, “fecha en la que ya podría firmar con una organización de Grandes Ligas”.
Y si todo marcha cómo va, ofertas no le faltarán. En su tercer Showcase, los avances mostrados fueron tan notables que sobresalió entre los beisbolistas más buscados sobre el terreno de juego del estadio Gasmart, hace un par de semanas.
“Este Showcase fue el mejor, noté mejoría en muchos aspectos, por ejemplo mi bateo de poder y también mi defensiva como cátcher. En el primero, en febrero, acababa de firmar y creo que pesaron los nervios por estar frente a 30 scouts de equipos de Grandes Ligas”, explicó.
Ya instalado en Tijuana tras finalizar la secundaria en Ensenada, “llegó el segundo Showcase en agosto, donde mejoré mis tiempos corriendo y cacheando, también mi bateo. Y ya en éste último pude mostrarme con mayor confianza y se me acercó mucha gente, scouts y prensa…”.
En el proceso, apela a la paciencia, “a no desesperarse porque con calma siempre llegan las cosas”.
“Falta medio año y valoro todo lo que he desarrollado. Mi meta es jugar Grandes Ligas dentro de 10 años, pero voy paso a paso: lo primero es firmar este 2018”, apuntó.
El beisbolista, cuya estatura es de 1.93 metros, fue reiterativo en los valores familiares como cimiento de su proyecto de vida.
“Le agradezco a mis padres por el apoyo y el consejo de tener los pies sobre la tierra, porque la humildad hace la diferencia, sobre todo en este tipo de carreras”, afirmó.
En ese sentido, también destacó el hecho de que una organización con los alcances de Toros se encuentre a 100 kilómetros de Ensenada, “con casi 30 jugadores firmados a equipos de Grandes Ligas”.
“Ya venían dándome seguimiento, aunque yo tenía planes de irme a Estados Unidos, pero Toros habló con mis padres, mi hermano, y la firma llegó en febrero. Terminé Secundaria y me fui a vivir a Tijuana con el grupo grande de compañeros que buscamos crecer con Toros”, abundó.
En cuanto a sus influencias, el receptor nacido el 12 de enero de 2002 menciona de inmediato a su hermano Carlos Andrés Díaz, “El Hulk”, firmado tres años atrás por Orioles de Baltimore.
“Somos diferentes a la defensiva nada más. Él es designado o primera base. En el poder sí nos parecemos. Él acaba de terminar la temporada invernal y quedó campeón con Diablos Rojos. Está en Culiacán con su esposa y hablamos constantemente, me aconseja y nos apoyamos”, dijo.
De sus primeros pasos en el beisbol, reconoció las bases sentadas por el instructor Alejandro “Pollo” Arenas y sobre todo el aprendizaje que experimentó jugando para el equipo Pepillos bajo la dirección de Memo Siqueiros.
“Jugaba primera base y le pedí a Memo que me enseñara a cachear; desde entonces me gustó la posición”, relató.
Más adelante, junto a su hermano, trabajó con los instructores Julián Laureán y José Rivas en una academia que ambos conducían en Ensenada, ya cuando era un habitual seleccionado por Baja California en Olimpiadas Nacionales.
Como cátcher admira a Yadier Molina y Salvador Pérez. Y como bateador, pone en su listado de favoritos a un par de “poderosos”, los retirados David Ortiz y Ken Griffey Jr.
Fernando espera tratar de imitar lo hecho por sus ídolos, llegado el momento. En una década, según sus cálculos.
