Por Fernando Ribeiro Cham

El túnel

No había intención alguna de escribir hoy domingo, por el contrario, el dilema de Winston al encontrarse escribiendo un diario que será sin duda la evidencia irrefutable de su culpabilidad, en esta sedicente compañía revolucionaria en contra del gran hermano, solo pudo ser interrumpida por la nota que recién leo y que habla de una asociación en defensa de mi profesión, esa tan venida a menos en los últimos días y menospreciada desde la tinta de mayor alcance, la que se derrama en la legislatura local. Es obvio que lo primero me es más grato que lo segundo, pues en alguna medida cualquier soledad le abre la puerta, aun con cierta incredulidad, a la compañía, aunque esta luzca llegar de forma tardía.

“A toro pasado” creo que el diputado Julio Vázquez, en complicidad para bien de él, por aquello de que es la “voluntad” del pueblo y no un gesto unipersonal, de quienes dirigen el deporte en sus municipios y en el estado, se ha roto la cabeza de forma innecesaria al momento de presentar una iniciativa de gran calado, claro, no solo lo positivo, objeto tan subjetivo, cimbra los cimientos, también aquello que se puede percibir como retrógrada lo hace. Lo digo porque lo más fácil era ahorrarse foros, análisis y cuanto ejercicio de raciocinio se empleó para trazar la reforma en mención y haber hecho, de forma más sencilla, una redacción que en mi opinión hubiese quedado más adhoc con la realidad vista desde hace meses y que en parte me recuerda a la estrechez, porque el túnel, por antonomasia, está supeditado a este límite de la arquitectura y la visión, esa forma ofuscada con la que Castel, el personaje de Sábato, persigue a su futura víctima, paralelismo que se da en la dirección general del INDE.

Decía que lo más fácil era haber escrito algo más o menos así, artículo 22 “al frente del INDE habrá un director general, que, para enmendar el daño al que puedan ser sujetos los niños y jóvenes de determinada disciplina deportiva, éste realizará de forma supletoria eventos estatales, garantizando que en ninguno de ellos se les sancionará, cumpliendo con ello con el derecho constitucional que más o menos se resume en let the children play y si es necesario, también estará facultado para que en los términos del código civil, promueva la creación de una asociación que obtendrá el registro del propio instituto, siempre y cuando se ciña a los criterios que disponga el propio director general”. Tentado estoy a enviarle una propuesta económica al honorable diputado, honorable es, pues honorable es el congreso del que forma parte y es que creo que la redacción que acabo de entregarle debería ser objeto de honorarios.

Hay algo sin embargo que me sigue causando escozor, la nota publicada en El Vigía, está titulada “alzan la voz profesionistas”, es decir, en plural, en ese plural tan deseado pero que no se alcanza a divisar, puesto que como sucedió en la demanda contra el nombramiento, aun hoy violatorio por aquello de que falta la aprobación del pleno, el plural parece ser más un singular, situación que no puedo corroborar y mucho menos poner en duda. Es plausible el esfuerzo del colega Iván Ramos, siempre es de celebrarse que se encienda una luz en medio de tanta obscuridad, especialmente en estos tiempos de ceguera argumentativa por doquier, sin embargo, si estas líneas llegan a él, me gustaría hacerle una recomendación, colega, te felicito por este esfuerzo que inicias, me hubiese gustado que no fuese hoy, sino hace meses, cuando todavía se podía evitar la afrenta hacia la profesión, pero nunca es “tarde”. Admíteme al menos el que consideres lo siguiente. Creo que para la inmaculación del organismo que presides y del que en algún momento espero poder ser parte, es preciso que renuncies a la asignación que el PRI ha dado a tu persona respecto a la promoción del deporte desde ese instituto político. Te comparto, que hice lo mismo hace ya algo de tiempo y renuncié al cargo, más no a la afiliación partidista, tan respetable como la preferencia doctrinaria religiosa o la afinidad deportiva, pero que en la delgada línea de la moralidad, se encuentra en forma perpendicular con un esfuerzo como el que encabezas. No permitas que se preste a una intención ajena a la que seguramente está descrita en el estatuto de esta asociación civil en defensa de la profesión.

Debo continuar con la lectura. Oceanía ha bombardeado Eurasia y Winston sigue en un dilema que lo persigue aun en sueños.





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