Esmeralda Verdugo, la ensenadense más exitosa en Liga Femenil MX, analiza su regreso a Xolos tras el exitoso trayecto en América

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Ensenada, Baja California.- Esmeralda Verdugo vive su segunda etapa en Xolos de Tijuana. Y a diferencia de su presentación en el primer torneo de Copa Femenil MX, ha regresado con mayor experiencia: un campeonato con América, donde se consolidó como titular con un campeonato conseguido.

También durante ese trayecto exitoso registró su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla con la selección mexicana ganadora del oro.

Pero no sólo en la cancha ha tenido que luchar por sobresalir. Antes de Xolos y de América, cuando era seleccionada nacional Sub20 y Mayor, vio interrumpido su camino al ser sometida a una operación padecimientos cardiacos. Posteriormente, hace tres años, experimentó otro momento clave en su vida: fue madre.

Hoy, desde el domicilio de su familia en Ensenada, Baja California, aguarda mientras transcurre la pausa por el COVID-19, “feliz de estar en Baja California”.

“Extrañaba estar en mi tierra, con la gente de mi estado. Y un punto importante para regresar (de América a Xolos) fue mi hija, que vive en Tijuana”, explicó.

Esmeralda Verdugo fue parte del primer plantel de Xolos, sub campeón de Copa en su momento, cuando la invitó la fallecida Marbella Ibarra.

“Apenas tenía unos meses de haber sido madre y no estaba interesada en volver a un nivel alto de futbol, deseaba seguir en las ligas locales amateurs, pero Marbella me hizo la invitación para jugar con Xolos. Me dijo que me diera la oportunidad y así llegué al equipo.

“Fue un torneo, el primero de Copa en el que quedamos segundas, y a partir de ahí no se dieron las cosas”, relató.

Entonces, su ex seleccionador, Leo Cuéllar, la buscó para sumarla a América.

“Me invitó diciéndome que tenía el futbol para seguir a un bien nivel. Me emocioné mucho, pero fueron sentimientos encontrados de dejar a mi hija en Tijuana”, refirió.

En el seno familia, no obstante, la noticia fue bien recibida: “Son americanistas”.

“Mi papá todavía está sentido porque ya no estoy jugando en América”, comentó.

Justo en Coapa vivió su momento cumbre como futbolista.

“Cuando llegué estaba super emocionada. Desde mi debut contra Toluca no sabía si llorar o reír, pero entendí la responsabilidad de estar en una institución grande en la que hay que luchar en cada partido”, recordó.

Sobre su vuelta a Tijuana tras pasar por América, dijo: “Siento que he avanzado mucho técnica y mentalmente”.

“En América obtuve mucha experiencia con los entrenadores que me dirigieron, además de madurar mucho futbolísticamente”, agregó.

De regreso al equipo de su estadio natal, la ensenadense señaló “puedo aportar mucho en Xolos, no sólo en las dos posiciones que jugaba antes, sino en varias más que aprendí a cumplir en América”.

“Volver a Tijuana me motivó por mi hija y la cercanía con mi familia. Me faltaba estar cerca de mi gente para tomar mayor motivación en este regreso en el que estoy a préstamo”, ponderó.

Oro y campeonato en 2018

Ese año fue el de su consolidación, el del campeonato con América y el de la medalla de oro centroamericana como integrante de la selección mexicana de futbol.

“Una de las experiencias que quería era jugar un torneo oficial con selección. Y el mismo año gané el campeonato con América cobrando el tercer penal (en la final contra Tigres) cuando no pensé en nada más que ser campeona. Fue un año hecho realidad”, dijo.

Desafíos fuera de la cancha

Una cirugía de corazón y la cesárea a través de la cual nació su hija, hoy de tres años de edad, fueron los altos que Esmeralda Verdugo dejó atrás para volver a jugar futbol.

“Lo del corazón fue una etapa muy difícil. Estaba justo en mi mejor momento participando con la selección Sub20 de México y con convocatorias a selección mayor. Fui a Suiza con la mayor y me puse mal. Fue cuando salió el resultado de mi padecimiento”, precisó.

A raíz de esa situación, “dejé de jugar un par de años y me decían que no podría seguir, pero por fortuna hice hasta lo imposible para operarme y pude seguir jugando. Pero creo que fue más difícil regresar después de mi embarazo porque fue por cesárea”.

Pausa en el mejor momento

Xolos venía de golear a América en Tijuana, 3-0, cuando llegó el parón en la Liga.

“Nos tocó recibir la noticia llegando al aeropuerto de México donde nos esperaba el camión a Pachuca. Fue un impacto grande porque habíamos preparado ese partido y veníamos de ganar a América, lo que fue muy importante”, puntualizó.

En ese sentido, añadió que “de principio costó la adaptación, jugar en conjunto, porque hay jugadoras buenísimas”.

“Al paso de los partidos fuimos entendiéndonos para hacer llegar balones a (las delanteras) Lucero (Cuevas) y Renae (Cuéllar).  Ya nos sentíamos más adaptadas y se vio en el juego contra América. Tuvimos mucho toque de balón. Por eso íbamos motivadas a Pachuca”, apuntó.

De la goleada a América admitió: “No me dio mucho gusto haberles ganado por tantos goles. Quería ganarles defendiendo mi camiseta de Xolos y fue difícil ver a mis ex compañeras presionadas. Pero es futbol y en la cancha se olvidan las amistades”.

Por lo pronto, en su casa de Ensenada, cumple las órdenes enviadas desde Tijuana.

“Seguimos indicaciones y entrenamos en línea con instrucciones de nuestro preparador físico. No salimos de casa y seguimos entrenando para estar preparadas cuando nos digan que volvemos”, completó.

Origen

Esmeralda Verdugo jugó con el equipo infantil de Pachuca, “con puros niños”, bajo la dirección de Miguel Collins cuando inició su trayectoria.

“Ya en la (secundaria) Técnica 20 entrené con el profesor Héctor Munguía y Lupillo (Cruz) y ellos influyeron mucho en mi proceso futbolístico y como persona”, reconoció.

Después, en Tijuana, fue dirigida por Jorge Alberto Vallejo de Tijuana. “Con él fui a Olimpiadas Nacionales y me preparo para selecciones. También Marbella (Ibarra) fue importante, porque me motivaba invitándome a torneos importantes con su equipo Isamar”.

“Y Leo Cuéllar me ha enseñado lo técnico y lo profesional. Le estoy agradecida porque estuvo muy al pendiente de mi problema del corazón, igual con mi embarazo cuando fue de los primeros en decirme que me esperaba”, concluyó.





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