Por Marco Antonio Domínguez Niebla

En el diagnóstico de Miguel Herrera hay varios responsables del nuevo fracaso de los Xolos. Muchos incluso. Menos él.

O al menos durante la comparecencia tras la derrota de 3 por 2 ante Pachuca, no se atribuyó tajada alguna del pastel partido la noche del viernes en el Caliente -como celebración al cumpleaños del presidente del equipo Jorge Hank Inzunza- llamado “Tijuana eliminado y sin posibilidad de liguilla por octavo torneo consecutivo”.

Desde el TAS y el tema Puebla, hasta su directiva por la confección del plantel y varios de sus jugadores por la poca respuesta brindada en momentos clave, fueron algunos de los factores que en opinión del director técnico derivaron en una despedida prematura, un nuevo largo periodo vacacional en la frontera.

Para abrir, cuestionó la sanción que le impuso la comisión disciplinaria por sus declaraciones críticas sobre América, el equipo que lo venció la fecha previa. “Ya no sé qué decir, si hablar o no hablar, porque cuando das una opinión te multan. Tendré que pedir un script de la federación.”

Y enseguida, aunque admitió que Xolos no merecía haber ganado aquel juego perdido en la cancha de Puebla por 3 por 0 -y durante algunas semanas transformado en triunfo 1-0 debido a la falta de registro de un auxiliar del equipo local-, fue crítico por la decisión del máximo órgano internacional en materia de arbitraje.

“No entendí (lo de) los tres puntos, apelar a un reglamento. Fuimos el tercer afectado y no estuvimos en el juicio. No entendí de dónde sacó el TAS (la resolución) sin tomar en cuenta a uno de los afectados. No merecíamos haber ganado, pero se equivocaron y no había vuelta de hoja. Quiere decir que nuestro reglamento no está funcionando, y si hacen cambios (serán) ya que nos jodió el TAS”.

Y en un hecho inédito, o poco común, difícil de imaginar en Herrera, salió en defensa del honor de un árbitro. “Hoy pusieron en duda la palabra de uno de los árbitros más honorables que tenemos, César Ramos, mundialista, con muchos blasones, que fue muy justo”.

Luego “le tocó” a gran parte de sus jugadores.

“Lo de hoy fue un desastre. Arrancamos bien, pero tuvimos errores garrafales y les regalamos los goles (a Pachuca). Nos pega fuerte lo de los puntos (perdidos con Puebla). Cuando pensamos calificar directo, hoy nos quedamos fuera. Todo pasa por la condición mental, nos falta fortaleza mental y hay que hacer un examen de conciencia y hablar con la directiva a ver qué es lo que sigue”.

En este tema, se amplió y se extendió hacia su directiva.

“Vamos a traer jugadores que realmente estén comprometidos con el trabajo. Hay jugadores que no terminan de ser y no los puedo estar esperando. No puedo estar pasando torneos esperando a que un jugador me dé. Tenemos muchos chavos pero necesitamos gente que nos dé la calidad que el equipo necesita dentro de la cancha, nos falta gente, Jorge (Hank, presidente) y Toño (Núñez, director deportivo) lo saben. Nos ilusionamos mucho, pero hoy dejaron mucho que desear en la cancha. No pasa por una limpia, hay buenos jugadores, que se parten el alma, pero a veces pasa por calidad, tener más entrega y dedicación. Desafortunadamente no tenemos un equipo tan vasto. Tenemos un lateral izquierdo (Aarón Mejía), un joven que no lo hace mal, pero no deja de ser un chavo”.

En algún momento, destacó lo hecho por el portero Toño Rodríguez y el mediocampista Fernando Madrigal, pero en especial reconoció lo mostrado por dos elementos más, que, para completar sus intenciones, tendrán que ser acompañados de nuevos fichajes.

“No podemos dejar que (Christian) Rivera sea el único jugador (que soporte el peso del equipo), o estar esperanzados a que Charlie (González) haga un gol y nos mantenga peleando, tuvo una buena cuota goleadora pero nadie lo acompañó haciendo goles. Necesitamos tres o cuatro jugadores que hagan seis o siete goles para poder hacer 27, 28, 30 puntos”.

Y sobre el solo punto entregado de visita a lo largo de la temporada -cuando se empató a uno la segunda jornada ante el sotanero Necaxa antes de encadenar siete derrotas fuera del Caliente-, dijo: “No entiendo por qué el cambio tan drástico (de local a visitante)”.

El Piojo reiteró una solicitud a sus jefes del Club Tijuana: “Reforzar bien al equipo y presentar a un mejor Xolos porque tenemos que calificar y pelear arriba”.

Así finalizó la conferencia del entrenador de casa, sin que asomara, ni entre quienes preguntaron ni entre quien respondió, la palabra “autocrítica”.