“Me ganó el peso del vehículo. Me puse nervioso, en lugar de frenarle, le aceleré”, la crónica de una tragedia en la Baja 1000

Ensenada, Baja California.- Eran las 10:40 de la mañana del jueves 14 de noviembre cuando el bullicio habitual de la calle Rotario y el boulevard Costero, donde se llevaba a cabo el segundo día de revisión mecánica de la emblemática carrera fuera de camino Baja 1000, se transformó en caos y tragedia. En un ambiente soleado, con una temperatura de 18 grados, el rugido de un motor irrumpió inesperadamente. Tres acelerones cortos y uno largo precedieron un estruendo que dejó a todos atónitos.

El vehículo responsable, un Trophy Truck naranja, rotulado con el nombre Buehler Motorsports y el número 79, se impactó contra un Clase 16 y otro vehículo cercano. Este choque en cadena dejó a una persona prensada entre los automóviles y a otra tirada en la calle con una fractura expuesta. Los gritos de las víctimas, mezclados con exclamaciones en inglés y español, resonaron mientras los asistentes intentaban entender lo ocurrido.

Videos que circularon rápidamente en redes sociales muestran el desconcertante momento. En un lugar donde los vehículos suelen ser empujados para su revisión, nadie se esperaba que alguien decidiera encender el motor y acelerarlo. Pero, ¿qué llevó al conductor a actuar de esa manera?

Según un oficial de la policía de Ensenada, que prefirió mantenerse en el anonimato, el joven estadounidense al volante del Trophy Truck declaró en la comandancia: «Sí le aceleré, pero el peso del vehículo me ganó. Me ganaron los nervios y, en lugar de frenarle, le volví a acelerar». Este error, fruto de la inexperiencia, se convirtió en la peor tragedia registrada durante una revisión mecánica de la Baja 1000.

El saldo fatal de dos personas fallecidas conmocionó no solo a los presentes, sino también a la comunidad del off-road. Por respeto a las familias afectadas, el piloto oficial del equipo decidió retirarse de la competencia, un gesto que refleja el impacto emocional del incidente.

SCORE International y el equipo Buehler Motorsports han asumido la responsabilidad de cubrir los gastos derivados de esta tragedia. Sin embargo, el futuro del conductor inexperto y las implicaciones legales de este evento aún están por definirse.

El espíritu competitivo y festivo que caracteriza a la Baja 1000 se vio opacado por el dolor y la incredulidad. Este accidente será un recordatorio imborrable de la importancia de la seguridad en todos los aspectos de la competencia, desde la revisión mecánica hasta la bandera de meta.